Después de invitar la campana, deberíamos permitir a todos tiempo suficiente para disfrutar de tres inspiraciones profundas. Sé generoso, porque es un tiempo para generar paz y felicidad. La respiración de cada persona tiene una duración diferente; si eres maestra o maestro de la campana, puedes permitirte inspirar y espirar cuatro veces. Sobre todo si es un niño quien actúa como maestro de la campana, debería respirar cuatro veces en lugar de tres con cada sonido.