Escucha profunda y habla amorosa

Escucha profunda y habla amorosa 

Aprender a convivir, a estar plenamente presente con los demás, es en sí una práctica de plena consciencia. Desarrollamos amor y compasión hacia nosotros mismos y hacia los demás, y comprendemos de forma más plena nuestra profunda interrelación. El mayor regalo que podemos ofrecernos mutuamente es nuestra propia práctica de plena consciencia. Al ayudarnos a desarrollar la capacidad de vivir felices en el momento presente, la práctica de la plena consciencia nos permite estar presentes realmente para nosotros y para los demás, con una presencia despierta que es la base de las relaciones. 
Necesitamos aprender a amarnos a nosotros mismos, a estar presentes para nosotros mismos, en paz con uno mismo. La plena consciencia siempre comienza con uno mismo, educador o alumno. Cuando practicamos de esta forma, nuestra sonrisa y nuestra respiración conscientes contribuyen a crear una comunidad tranquila, amorosa y sólida.
Cuando escuchamos profundamente a otra persona y entramos en contacto con su sufrimiento, nace en nosotros la compasión.
Si sabemos emplear un habla amorosa, si podemos hablar con amor y compasión a alguien, esa persona abrirá su corazón y nos hablará de su sufrimiento y dificultades. 


Si conoces la forma de escuchar con compasión, podrás restaurar la comunicación y generar reconciliación y sanación. En el caso de los educadores, esta práctica puede realizarse antes con la familia de uno. Cuando la hayamos llevado a cabo en nuestra propia familia, podremos trasladarla a la escuela. Mediante esta práctica, podemos restaurar la comunicación con los miembros del equipo docente y reconciliarnos con ellos.

"Mediante esta práctica, podemos restaurar la comunicación "

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